No quiero,
no deseo.
Pero ya se hace costumbre el tener a la soledad aquí.
Quisiera pedirle que me abandone un ratico,
que me deje respirar de vez en cuando.
Pero ella se hace gigante cuando deseo pedirle eso.
Tengo girasoles en el jardín,pero no sonríen...
me dan la espalda,no juegan conmigo.
No quiero,
no deseo.
Pero ya es parte de mi casa la tristeza.
Quisiera pedirle un escape,
un túnel por donde poder salir.
Pero ella se enfada,dice que viviré con ella un poco más.
Tengo claveles en mi habitación,pero están demacrados...
no me miran,la soledad los há visitado.
Ya no quiero,ya no deseo.
Perdonenme si sigo aquí,si nado contra la corriente.
Y el tiempo...juega a apresurarme,otras,me hace lenta.
Tampoco lo necesito,pero aguarda en una esquina..
hace burla de mí,
me castiga,me seduce.
Ya no quiero,
ya no deseo.
Pues es lo último que quiero y lo último que deseo.
2 comentarios:
Cómo te comprendo...
Será que sentimos de forma parecida tú yo....no crees??
La soledad viene en cualquier faceta de la vida, y cuando no se va, es difícil.
Y se pasan días tristes, como el que hoy estamos pasando...
Besos
La soledad..q difícil hablar de ella cuando te toca la espalda,cuando susurra al oído.
Pido en un rincón del tiempo, q no haya más soledad,ni para tí ni para mí.
Ojalá q luego nos ríamos de ella..besos.
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